Con las hojas doradas
de color amarillo
estaba en otoño el triste arbolito.
La lluvia caía
el viento sopló
y el pobre arbolito sin hojas quedó.
Aunque haya llegado la época de las setas, las castañas, hojas secas pintadas, lluvia, olor a tierra mojada y esperemos que aún no lleguen las nevadas, yo no me resisto a pintar flores.
Las flores nos dan vidilla, alegría, sobre todo si son de colores vivos y aquí os dejo dos pares de zapatillas que lo demuestran. Es la primera entrega, porque como ya os he dicho más de una flor veréis por aquí.
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